Psicoterapia – 3.III. La cuestión del pago
El derecho a vivir es algo por lo que nadie necesita luchar. Se le ha prometido, y está garantizado por Dios. Por consiguiente, es un derecho que tanto terapeuta como paciente comparten por igual. Si su relación ha de ser santa, lo que uno de ellos necesite el otro se lo dará; lo que a uno le haga falta el otro lo proveerá.