Libro de Ejercicios – Tema 6 – Lección 277
Tu Hijo es libre, Padre mío. Que no me imagine que lo he aprisionado con leyes que yo mismo inventé para que gobernasen el cuerpo. Él no está sujeto a ninguna de las leyes que he promulgado para ofrecerle más seguridad al cuerpo. Lo que cambia no puede alterar a Tu Hijo en absoluto. Él no es esclavo de ninguna de las leyes del tiempo. Es tal como Tú lo creaste porque no conoce otra ley que la del amor.