Texto – 29.IX. El sueño de perdón
El que es esclavo de ídolos lo es porque está dispuesto a serlo. Y dispuesto tiene que estar para poderse postrar en adoración ante lo que no tiene vida y buscar poder en lo que es impotente. ¿Qué le sucedió al santo Hijo de Dios para que su deseo fuera dejarse caer más bajo que las piedras del suelo y esperar que los ídolos lo elevasen?