Libro de Ejercicios – Tema 3 – Lección 244
Y ahí es en verdad donde nos encontramos. No hay tormenta que pueda venir a azotar el santuario de nuestro hogar. En Dios estamos a salvo, pues ¿qué podría suponer una amenaza para Dios o venir a asustar a lo que por siempre ha de ser parte de Él?