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Lucrecia Gamboa

Un Curso de Milagros

Texto – 28.VI. Los votos secretos

Lo que odias y temes, deseas y detestas el cuerpo no lo conoce. Lo envías a buscar separación y a que sea algo separado. Luego lo odias, no por lo que es, sino por el uso que has hecho de él. Te desvinculas de lo que ve y oye, y odias su debilidad y pequeñez. Detestas sus actos, pero no los tuyos. Mas el cuerpo ve y actúa por ti. Oye tu voz. Y es frágil e insignificante porque ése es tu deseo.

Un Curso de Milagros

Texto – 28.IV. La unión mayor

No te unas a los sueños de tu hermano, sino a él, y ahí donde te unes a Su Hijo, ahí está el Padre. ¿Quién iría en busca de substitutos si se diese cuenta de que no ha perdido nada? ¿Quién querría disfrutar de los “beneficios” de la enfermedad cuando ha recibido la simple bendición de la salud? Lo que Dios ha dado no puede suponer pérdida alguna y lo que no procede de Él no tiene efectos.