¡Un Curso de Milagros!

(abreviado como ucdm)

Lucrecia Gamboa

Audio – Texto – Capítulo 28

28.VII. El arca de seguridad

Colaboran

Colabora

Dalcy Solís

Colabora

Sindy Pessoa

Colabora

Hazel Solís

Colabora

Mike Maher

Transcripción Audio

Un Curso de Milagros
UCDM – Texto – Capítulo 28

VII. El arca de seguridad

Capítulo 28 – El des-hacimiento del miedo

El arca de seguridad

1. Dios no pide nada, y Su Hijo, al igual que Él, no necesita pedir nada, pues no le falta nada. Un espacio vacío o una diminuta brecha, supondría una insuficiencia. Y sólo en esa condición podría él querer tener algo que no tiene. Un espacio donde Dios no se encuentra o una brecha entre Padre e Hijo no es la Voluntad de ninguno de Ellos, que prometieron ser Uno. La promesa de Dios es una promesa que Él se hizo a Sí Mismo, y no hay nadie que pueda ser desleal a lo que Su Voluntad dispone como parte de lo que Él es. La promesa de que no puede haber brecha alguna entre Él y lo que Él es no puede ser falsa. ¿Qué otra voluntad podría interponerse entre lo que no puede sino ser Uno y en Cuya Plenitud no puede haber brecha alguna?

2. La hermosa relación que tienes con todos tus hermanos es parte de ti porque es parte de Dios Mismo. ¿Cómo no ibas a enfermar si te niegas a ti mismo tu plenitud, tu salud, tu Fuente de ayuda, la Llamada a la curación y la Llamada a curar? Tu salvador espera la curación y el mundo espera con él. Y tú no estás excluido, pues la curación o bien será una o bien no tendrá lugar en absoluto, ya que en el hecho de que es una radica la curación. ¿Qué podría corregir la separación sino su opuesto? No hay términos medios en ningún aspecto de la salvación. O bien la aceptas completamente o bien no la aceptas en absoluto. Lo que no está separado tiene que estar unido. Y lo que está unido no puede estar separado.

3. O bien hay una brecha entre tu hermano y tú o bien sois uno y lo mismo. No hay nada entremedias: ninguna otra opción ni ninguna lealtad que se pueda dividir entre esas dos posibilidades. Una lealtad dividida significa que le eres infiel a ambas, lo cual no hace sino ponerte a dar tumbos, sin que te quede otro remedio que agarrarte a cualquier brizna de paja que parezca ofrecerte apoyo. Mas ¿quién puede edificar su hogar sobre pajas y esperar que lo proteja del viento? Ése es el tipo de hogar que se puede hacer del cuerpo porque no está cimentado en la Verdad. Sin embargo, por esa misma razón puede verse que no es tu hogar, sino simplemente un medio para ayudarte a llegar al hogar donde mora Dios.

4. Cuando ése se vuelve tu propósito, el cuerpo se cura, pues no se utiliza para dar testimonio del sueño de separación y enfermedad. Tampoco se le culpa fútilmente por lo que no hizo. Su propósito es ayudar a que el Hijo de Dios sane, y dado este propósito, no puede estar enfermo. No se une a ningún propósito que tú no hayas aceptado, y tú has decidido que no esté enfermo. Todos los milagros se basan en esta decisión, y se te conceden en el mismo instante en que la tomas. Ninguna forma de enfermedad está excluida de dicha decisión porque la decisión no puede tomarse en función de la forma. La decisión de estar enfermo parece ser una decisión entre diferentes formas de enfermedad. Sin embargo, la enfermedad es una, al igual que su Por consiguiente, o estás enfermo o estás sano.

5. Pero nunca tú solo. Este mundo no es más que el sueño de que puedes estar solo y de que puedes pensar sin que ello afecte a los que están separados de ti. Estar solo significa que estás separado, y si lo estás, no puedes por menos que estar enfermo. Esto parece probar que definitivamente estás separado. No obstante, lo único que significa es que has tratado de mantener la promesa de serle fiel a la infidelidad. Mas la infidelidad significa enfermedad. Es como la casa edificada sobre pajas. De por sí parece ser muy sólida y real. Su estabilidad, no obstante, no se puede juzgar sin tomar en consideración sus cimientos. Si descansa sobre pajas, de nada sirve atrancar las puertas, cerrar las ventanas o correr los cerrojos. El viento la derrumbará, y las lluvias la azotarán y la arrastrarán al olvido.

6. ¿Qué sentido tiene buscar refugio en lo que se construyó precisamente para fomentar el peligro y el miedo? ¿Por qué recargarlo con más cerraduras, cadenas o pesadas anclas cuando su debilidad no reside en sí mismo sino en la fragilidad de la brecha insubstancial sobre la que se erige? ¿Qué seguridad te puede ofrecer algo que descansa sobre una sombra? ¿Edificarías tu casa sobre algo que pudiera derrumbarse con el peso de una pluma?

7. Tu hogar está edificado sobre la salud de tu hermano, sobre su felicidad e impecabilidad , así como sobre todo lo que su Padre le prometió. Ningún pacto secreto que hayas hecho en lugar de eso ha estremecido en lo más mínimo los Cimientos de este hogar. El viento podrá soplar sobre él y la lluvia azotarlo, pero sin consecuencia alguna. El mundo será arrastrado, pero este hogar permanecerá en pie para siempre, pues su fuerza no reside sólo en él. Es un arca de seguridad, que descansa sobre la promesa que Dios le hizo a Su Hijo de que él siempre moraría a salvo en Él. ¿Qué brecha podría interponerse entre la seguridad de este refugio y su Fuente? Desde aquí se puede ver al cuerpo como lo que es, sin atribuirle más o menos valor del que tiene como medio para liberar al Hijo de Dios a fin de que pueda regresar a su hogar. Y con este santo propósito se convierte por un tiempo en un hogar de santidad, ya que comparte la Voluntad de tu Padre contigo.

Búsqueda por términos o palabras, ejemplo: lección 137

¡Un Curso de Milagros!

    Se publica una lección por día. Cada lección (botón rojo) consta siempre de un ejercicio y usualmente de una lectura. Se agrupan todas las lecciones (botón azul) en orden consecutivo según día de la semana.

        Página Web

        Evoluciona con tu presencia. Conecta con tu gente.

        Conoce más

        Presencia en línea

        Todos los derechos reservados.

        Producción web por iSocial50