¡Un Curso de Milagros!

(abreviado como ucdm)

Lucrecia Gamboa

Audio – El Canto de la Oración

2. Introducción – I. Perdonarte a ti mismo

Colaboran

Colabora

Dalcy Solís

Colabora

Sindy Pessoa

Colabora

Hazel Solís

Colabora

Mike Maher

Transcripción Audio

Un Curso de Milagros
UCDM – El Canto de la Oración – 2. El Perdón

Introducción – I. Perdonarte a ti mismo

2. EL PERDÓN

Introducción

1. El perdón le da alas a la oración para que su ascenso sea fácil y su progreso veloz. Sin su fuerte apoyo, sería inútil tratar de ir más allá del primer peldaño de la oración o incluso intentar ascender. El perdón es el aliado de la oración; su hermano en el plan para tu salvación. Ambos vendrán a sostenerte y a mantener tus pies firmemente plantados, y tu propósito fuerte e inalterable. Contempla la ayuda más grande que Dios ordenó que estuviese contigo hasta que llegues a Él. Y con esto llega el fin de las ilusiones. A diferencia de la naturaleza intemporal de su hermana, la oración, el perdón tiene un final. Pues se vuelve innecesario cuando el ascenso se completa. No obstante, por ahora tiene un propósito más allá del cual no puedes ir ni es necesario que lo hagas. Logra esto y habrás sido redimido. Logra esto y habrás sido transformado. Logra esto y salvarás el mundo.

 

Perdonarte a ti mismo

1. Ningún regalo del Cielo ha sido tan malinterpretado como el perdón. De hecho, se ha convertido en una calamidad; en una maldición allí donde debía bendecir, en una cruel burla de la gracia, en una parodia de la santa paz de Dios. Pero aquellos que aún no han elegido dar los primeros pasos en el camino de la oración no pueden sino usarlo de esa manera. La benevolencia del perdón resulta imperceptible al principio, porque no se entiende lo que es la salvación ni realmente se busca. Lo que se concibió para curar se usa para herir porque no se desea el perdón. La culpa se convierte en la salvación, y el remedio parece ser una terrible alternativa a la vida.

2. Así pues, el perdón-para-destruir se adapta mucho mejor al propósito del mundo que el verdadero objetivo del perdón y los honestos medios por los cuales se alcanza. El perdón-para-destruir no pasará por alto ningún pecado, ningún crimen ni ninguna traza de culpa que pueda buscar, encontrar y “amar”. Amado de su corazón es el error; y las faltas lucen enormes y crecen y se agrandan ante su mirada. Selecciona cuidadosamente todas las cosas perversas y pasa por alto lo amoroso como si de una plaga se tratase: algo odioso, teñido de peligro y de muerte. El perdón-para-destruir es la muerte, y eso es lo que ve en todo lo que contempla y odia. La Misericordia de Dios se ha convertido en un cuchillo retorcido que busca destruir al santo Hijo que Él

3. ¿Te perdonarías a ti mismo por todo esto? Aprende, entonces, que Dios te ha dado los medios a través de los cuales puedes retornar a Él en paz. No veas el error. No lo hagas real. Selecciona lo amoroso y perdona el pecado al elegir en su lugar la faz de Cristo. ¿De qué otra manera puede la oración regresar a Dios? Él ama a Su Hijo. ¿Podrías acordarte de Él y al mismo tiempo odiar lo que creó? Odiarás al Padre si odias al Hijo que Él ama. Pues tal como veas al Hijo, así te verás a ti mismo, y tal como te veas a ti mismo, eso será Dios para

4. De la misma manera en que siempre oras por ti, del mismo modo es a ti al que siempre se le concede el perdón. Es imposible perdonar a otro, pues son únicamente tus pecados lo que ves en él. Quieres verlos en él y no en Por eso es por lo que perdonar a otro es una ilusión. Sin embargo, es el único sueño feliz en todo el mundo; el único que no conduce a la muerte. Sólo en otro puedes perdonarte a ti mismo, pues lo has hecho culpable de tus pecados y ahora tienes que encontrar tu inocencia en él. ¿Quién sino el pecador necesita que se le perdone? Jamás pienses que puedes ver pecado en nadie excepto en ti mismo.

5. Éste es el gran engaño del mundo, y tú, el que más se engaña a sí mismo. Siempre parece que el malo es otro, y como resultado de su pecado tú sales perjudicado. ¿Sería posible la liberación si esto fuera cierto? Pues en tal caso serías el esclavo de todos, ya que lo que cualquiera de ellos hiciera dictaría tu destino, tus sentimientos, tu desesperación o esperanza, tu desdicha o alegría. No serías libre a menos que él te concediera la libertad. Y al ser malvado, sólo puede hacer el mal. No puedes ver sus pecados sin ver los tuyos. Mas puedes liberarlo y también liberarte a ti mismo.

6. El perdón, verdaderamente concedido, es el camino en el que se encuentra tu única esperanza de libertad. Otros cometerán errores al igual que tú mientras esta parodia de mundo parezca ser tu hogar. No obstante, Dios Mismo le dio a todos Sus Hijos un remedio para todas las ilusiones que creen ver. La visión de Cristo no utiliza tus ojos, pero tú puedes mirar a través de los Suyos y aprender a ver como Él. Los errores no son sino diminutas sombras que desaparecen rápidamente, y que sólo por un instante parecen ocultar la faz de Cristo, la cual continúa inmutable tras todas ellas. Su constancia permanece en tranquilo silencio y perfecta paz. Él no sabe de sombras. Suyos son los ojos que ven más allá del error al Cristo en ti.

7. Pide entonces Su ayuda, y pregúntale cómo aprender lo que es el perdón tal como Su visión lo ve. Tienes necesidad de lo que Él da, y tu salvación depende de que lo aprendas. La oración no puede ser liberada para que llegue hasta el Cielo mientras el perdón-para-destruir permanezca contigo. La Misericordia de Dios eliminará de tu santa mente esta manera de pensar mordaz y venenosa. Cristo te ha perdonado, y en Su visión el mundo se torna tan santo como Él. Quien no ve maldad en el mundo ve como Él. Pues lo que Él ha perdonado no ha pecado, y ya no hay más culpa. El plan de la salvación se ha cumplido y la cordura ha

8. El perdón es la llamada a la cordura, pues ¿quién sino un demente se fijaría en el pecado cuando en su lugar puede ver la faz de Cristo? Ésta es la elección que tienes ante ti; la más simple y, sin embargo, la única que puedes hacer. Dios te pide que salves a Su Hijo de la muerte, ofreciéndole el Amor de Cristo. Ésta es tu necesidad, y Dios te ofrece este regalo. Tal como Él da, así tienes que dar tú también. Y de este modo, la oración se restaura a lo amorfo, a la intemporalidad más allá de todo límite, sin nada del pasado que le impida volver a unirse al perenne canto que toda la Creación le entona a su Dios.

9. Mas para alcanzar este fin debes primero aprender, y hacerlo antes de llegar allí donde el aprendizaje ya no tiene El perdón es la llave, mas ¿quién puede usar una llave cuando no sabe dónde está la puerta para la que se hizo y para la que únicamente sirve? Por lo tanto, hacemos una clara distinción, de modo que la oración pueda ser liberada de la obscuridad y llegar a la luz. El papel del perdón debe invertirse y limpiarse de todo uso malvado y de las metas de odio para las que se ha empleado. El perdón-para-destruir debe ponerse al descubierto en toda su perfidia y luego abandonarse para siempre. No debe quedar ni el más mínimo vestigio de él si el plan que Dios estableció para tu retorno ha de lograrse al fin y el aprendizaje concluir.

10. Éste es el mundo de los opuestos. Y tienes que elegir entre ellos a cada instante mientras el mundo siga siendo real para ti. No obstante, debes aprender cuáles son las alternativas que verdaderamente tienes o no serás capaz de lograr tu libertad. Deja, pues, que te quede claro lo que el perdón en realidad significa para ti y aprende lo que debería ser para hacerte libre. El nivel de tu oración depende de ello, pues ahí espera su libertad para elevarse por encima del mundo del caos y llegar a la paz.

Búsqueda por términos o palabras, ejemplo: lección 137

¡Un Curso de Milagros!

    Se publica una lección por día. Cada lección (botón rojo) consta siempre de un ejercicio y usualmente de una lectura. Se agrupan todas las lecciones (botón azul) en orden consecutivo según día de la semana.

        Página Web

        Evoluciona con tu presencia. Conecta con tu gente.

        Conoce más

        Presencia en línea

        Todos los derechos reservados.

        Producción web por iSocial50