¡Un Curso de Milagros!

(abreviado como ucdm)

Lucrecia Gamboa

Audio – Manual para el Maestro

8. ¿Cómo puede evitarse la percepción de grados de dificultad?

Colaboran

Colabora

Dalcy Solís

Colabora

Sindy Pessoa

Colabora

Hazel Solís

Colabora

Mike Maher

Transcripción Audio

Un Curso de Milagros
UCDM – Manual para el Maestro

8. ¿Cómo puede evitarse la percepción de grados de dificultad?

¿Cómo puede evitarse la percepción de grados de dificultad?

1. La creencia de que existen grados de dificultad es la base de la percepción del mundo. Dicha creencia se basa en diferencias: ambientes distintos y en un primer plano cambiante; en alturas desparejas y en tamaños diversos; en grados variables de obscuridad y luz, y en miles de contrastes en los que cada cosa percibida compite con las demás para sobresalir. Un objeto más grande eclipsa a otro más pequeño. Una cosa más brillante llama más la atención que otra con menos poder de atracción. Y una idea más amenazante o una que se considera más deseable de acuerdo con las normas del mundo, trastorna completamente el equilibrio mental. Lo único que los ojos del cuerpo pueden contemplar son conflictos. No recurras a ellos en busca de paz y entendimiento.

2. Las ilusiones son siempre ilusiones de diferencias. ¿Cómo podría ser de otra manera? Una ilusión es por definición un intento de que algo que se considera de suma importancia sea real, si bien reconoce que es falso. La mente, por consiguiente, trata de hacer que sea verdad debido a su intenso deseo de conseguirlo. Las ilusiones son parodias de la Creación: intentos de llevar la verdad a las mentiras. La mente, al considerar a la verdad como algo inaceptable, se subleva contra ella y se otorga a sí misma una ilusión de victoria. Y al considerar a la salud como una carga, se refugia en sueños febriles. Y en esos sueños, la mente se encuentra separada, es diferente de otras mentes, con intereses propios distintos de los de éstas y capaz de satisfacer sus necesidades a expensas de otros.

3. ¿De dónde surgen todas estas diferencias? Ciertamente parecen encontrarse en el mundo externo. Sin embargo, no hay duda de que es la mente la que juzga lo que los ojos contemplan: la que interpreta los mensajes que le transmiten los ojos y la que les adjudica “significado”. Este significado, no obstante, no existe en el mundo externo en absoluto. Lo que se ve como la “realidad” es simplemente lo que la mente prefiere. La mente proyecta su propia jerarquía de valores al exterior, y luego ordena a los ojos del cuerpo a que la encuentren. Éstos jamás podrían ver excepto a base de contrastes. Mas la percepción no se basa en los mensajes que traen los ojos. La mente es la que evalúa sus mensajes y, por lo tanto, sólo ella es responsable de lo que vemos. Sólo ella decide si lo que vemos es real o ilusorio, deseable o indeseable, placentero o doloroso.

4. Es en el proceso de selección y categorización que la mente realiza donde se producen los errores de percepción. Y es ahí donde debe efectuarse la corrección. La mente clasifica—de acuerdo con sus valores preconcebidos —lo que los ojos del cuerpo le informan y determina cuál es el lugar más apropiado para cada dato sensorial. ¿Qué base podría ser más defectuosa que ésta? Sin darse cuenta, ha pedido que se le proporcione lo que se ajusta a esas categorías. Y una vez que ha hecho esto, concluye que las categorías no pueden sino ser ciertas. Ésta es la base de todos los juicios que establecen diferencias porque los juicios que el mundo emite descansan sobre ella. ¿Cómo se iba a poder depender de este “razonamiento” confuso y absurdo?

5. No puede haber grados de dificultad en la curación por el simple hecho de que toda enfermedad es una ilusión. ¿Sería acaso más difícil desvanecer la creencia que tiene un demente en una alucinación mayor, que en una más pequeña? ¿Podría reconocer más rápidamente la irrealidad de una voz estridente, que la de una voz agradable? ¿Desecharía más fácilmente una orden de matar que se le pide con un susurro, que una que se le pide a gritos? ¿Y acaso afecta el número de tridentes que tienen los diablos que él ve la credibilidad de éstos en su percepción? Su mente ha clasificado todas esas ilusiones como reales y, por lo tanto, son reales para él. Cuando se dé cuenta de que no son más que ilusiones, desaparecerán. Y lo mismo ocurre con la curación. Las propiedades de las ilusiones que hacen que éstas parezcan diferentes entre sí, son realmente irrelevantes, pues sus propiedades son tan ilusorias como ellas mismas.

6. Los ojos del cuerpo continuarán viendo diferencias. Pero la mente que se ha permitido a sí misma ser curada, ya no las tendrá en cuenta. Habrá quienes parezcan estar más “enfermos” que otros y los ojos del cuerpo informarán, como antes, de los cambios que se produzcan en su aspecto. Mas la mente que se ha curado los pondrá a todos bajo una misma categoría: la de irreales. Éste es el don de su Maestro: el entendimiento de que, al clasificar los mensajes que la mente recibe de lo que parece ser el mundo externo, sólo dos categorías son significativas. Y de éstas, sólo una es real. De la misma manera en que la realidad es completamente real, independientemente de los conceptos de tamaño, forma, tiempo o lugar—ya que en ella no pueden existir diferencias—así también las ilusiones carecen de distinciones. La única respuesta para cualquier clase de enfermedad es la curación. La única respuesta para cualquier clase de ilusión es la verdad.

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