¡Un Curso de Milagros!

(abreviado como ucdm)

Lucrecia Gamboa

Audio – Texto – Capítulo 26

26.V. El pequeño obstáculo

Colaboran

Colabora

Dalcy Solís

Colabora

Sindy Pessoa

Colabora

Hazel Solís

Colabora

Mike Maher

Transcripción Audio

Un Curso de Milagros
UCDM – Texto – Capítulo 26

V. El pequeño obstáculo

Capítulo 26 – La transición

El pequeño obstáculo

1. Un pequeño obstáculo les puede parecer muy grande a los que aún no comprenden que los milagros son todos el mismo milagro. Mas enseñar esto es la finalidad de este curso. Ése es su único propósito, pues es lo único que hay que aprender. Y lo puedes aprender de muchas maneras. Todo aprendizaje o bien es una ayuda para llegar a las puertas del Cielo o bien un obstáculo. No hay nada entremedias. Hay solamente dos maestros y cada uno de ellos señala caminos diferentes. Y tú seguirás el camino que te señale el maestro que hayas elegido. Sólo hay dos direcciones que puedes seguir, mientras perdure el tiempo y elegir tenga sentido. Pues jamás se podrá construir otro camino, salvo el que conduce al Cielo. Tú sólo eliges entre ir al Cielo o no ir a ninguna parte. No hay más alternativas que éstas.

2. Lo único que se puede perder es tiempo, el cual, en última instancia, no tiene ningún sentido. Pues sólo supone un pequeño obstáculo para la eternidad y no significa nada para el verdadero maestro del mundo. Sin embargo, dado que crees en el tiempo, ¿por qué desperdiciarlo no yendo a ninguna parte, cuando lo puedes utilizar para alcanzar la meta más elevada que se puede lograr mediante el aprendizaje? No pienses que el camino que te conduce a las puertas del Cielo es difícil. Nada que emprendas con un propósito firme, con absoluta determinación y lleno de una feliz confianza, llevando a tu hermano de la mano y en armonía con el himno del Cielo, puede ser difícil. Lo que en verdad es difícil es vagar solo y afligido, por un camino que no conduce a ninguna parte ni tiene ningún propósito.

3. Dios te dio Su Maestro para que reemplazara al que tú inventaste, no para que estuviese en conflicto con él. Y lo que Él ha dispuesto reemplazar ya ha sido reemplazado. El tiempo tan sólo duró un instante en tu mente y no afectó a la eternidad en absoluto. Y así es con todo el tiempo que ha pasado; y todo permanece exactamente como era antes de que se construyese el camino que no lleva a ninguna parte. El brevísimo lapso de tiempo en el que se cometió el primer error—en el que todos los demás errores están contenidos—encerraba también la Corrección de ese primer error y de todos los demás que partieron de él. Y en ese breve instante el tiempo desapareció, pues eso es lo único que siempre fue. Aquello a lo que Dios dio respuesta ha sido resuelto y ha desaparecido.

4. A ti que aún crees vivir en el tiempo sin saber que ya desapareció, el Espíritu Santo te sigue guiando a través del laberinto infinitamente pequeño e insensato que todavía percibes en el tiempo a pesar de que ya hace mucho que desapareció. Crees estar viviendo en lo que ya pasó. Cada cosa que ves la viste sólo por un instante, hace mucho, antes de que su irrealidad sucumbiera ante la Verdad. No hay ni una sola ilusión en tu mente que no haya recibido respuesta. La incertidumbre se llevó ante la certeza hace tanto tiempo que es ciertamente difícil seguir abrigándola en tu corazón como si aún estuviera ante ti.

5. Ese ínfimo instante que deseas conservar y hacer eterno, se extinguió tan fugazmente en el Cielo que ni siquiera se notó. Lo que desapareció tan rápidamente que no pudo afectar el conocimiento del Hijo de Dios, no puede estar aún ahí para que lo puedas elegir como maestro. Sólo en el pasado—un pasado inmemorial, demasiado breve como para poder erigir un mundo en respuesta a la Creación—pareció surgir este mundo. Ocurrió hace tanto tiempo y por un intervalo tan breve que no se perdió ni una sola nota del himno celestial. Sin embargo, en cada acto o pensamiento que aún no hayas perdonado, en cada juicio y en cada creencia en el pecado, se evoca ese instante, como si se pudiera volver a reconstruir en el tiempo. Lo que tienes ante tus ojos es una memoria ancestral. Y quien vive sólo de recuerdos no puede saber dónde se encuentra.

6. El perdón es lo que nos libera totalmente del tiempo y lo que nos permite aprender que el pasado ya pasó. Ya no se oye hablar a la locura. No hay ningún otro maestro ni ningún otro camino. Pues lo que ha sido erradicado ha dejado de “existir”. ¿Y quién puede encontrarse en una ribera lejana, soñando que está al otro lado del océano en un lugar y en un tiempo que hace mucho que desaparecieron? ¿Cómo iba a poder impedir ese sueño que él esté donde realmente se encuentra? Pues donde él está es un hecho, y sus sueños, de la clase que sean, no pueden cambiarlo. Con todo, puede imaginarse que está en otro lugar y en otro tiempo. Lo que a lo sumo puede hacer es engañarse a sí mismo creyendo que eso es verdad, y convertirlo de meras imaginaciones en creencias y en locura, completamente convencido de que donde prefiere estar es donde está.

7. Mas ¿podría eso impedirle estar donde está? ¿Es cualquier eco del pasado que pueda oír un hecho en comparación con lo que se puede oír donde él está ahora? ¿Y en qué medida pueden sus propias ilusiones con respecto al tiempo y al espacio cambiar el lugar donde él realmente está?

8. Lo que no se ha perdonado es una voz que llama desde un pasado que ya pasó para siempre. Y lo único que la considera real es el deseo de que lo que ya pasó pueda volver a ser real y verse aquí y ahora, en lugar de lo que realmente se encuentra aquí y ahora. ¿Supone esto acaso un obstáculo para la verdad de que el pasado ya pasó y de que no se te puede devolver? ¿Y querrías conservar ese temible instante en el que el Cielo pareció desaparecer y a Dios se le temió y se le convirtió en el símbolo de tu odio?

9. Olvídate de ese momento de terror que ya hace tanto tiempo que se corrigió y se des-hizo. ¿Podría acaso el pecado resistir la Voluntad de Dios? ¿Podría estar en tus manos poder ver el pasado y ubicarlo en el presente? No puedes volver a él. Y todo lo que señala hacia él no hace sino embarcarte en una misión cuya consecución sólo podría ser irreal. Tal es la justicia que tu Amoroso Padre se aseguró de que se hiciera Y te ha protegido de tu propia injusticia contra ti mismo. No puedes extraviarte porque no hay otro camino que el Suyo y no puedes ir a ninguna parte excepto hacia Él.

10. ¿Cómo iba a permitir Dios que Su Hijo se extraviase por un camino que es sólo la memoria de un instante que hace mucho que pasó? Este curso te enseña sólo lo que es ahora. Un terrible instante de un pasado lejano que ha sido completamente corregido no es motivo de preocupación ni tiene valor alguno. Deja que lo muerto y lo pasado descansen en el olvido. La resurrección ha venido a ocupar su lugar. Y ahora eres parte de la resurrección, no de la muerte. Ninguna ilusión del pasado tiene el poder de retenerte en un lugar de muerte; una bóveda en la que el Hijo de Dios entró por un instante, para ser restaurado instantáneamente al perfecto Amor de su Padre. ¿Y cómo podría mantenérsele encadenado cuando hace tanto tiempo que se le liberó de las cadenas, las cuales desaparecieron de su mente para siempre?

11. El Hijo que Dios creó sigue siendo tan libre como Dios lo creó. Renació en el mismo instante en que eligió morir en vez de vivir. ¿Y te negarías ahora a perdonarlo porque cometió un error en un pasado que Dios ni siquiera recuerda y que no existe? Estás ahora oscilando entre el pasado y el presente. A veces el pasado te parece real, como si fuera el presente. Oyes voces del pasado y luego dudas de haberlas oído. Eres como alguien que aún tiene alucinaciones, pero que no está seguro de lo que percibe. Ésta es la zona fronteriza entre los dos mundos, el puente entre el pasado y el presente. Aquí todavía ronda la sombra del pasado; sin embargo, se vislumbra ya la luz del presente. Una vez que esta luz se ve, es imposible olvidarse de ella. Y esa luz te rescatará del pasado y te conducirá al presente, donde realmente te encuentras.

12. Las sombrías voces no alteran las leyes del tiempo ni las de la eternidad. Proceden de lo que ya pasó y dejó de ser, y no suponen ningún obstáculo para la verdadera existencia del aquí y del ahora. El mundo real es la contrapartida a la alucinación de que el tiempo y la muerte son reales y de que tienen una existencia que puede ser percibida. Esta terrible ilusión fue negada en el mismo lapso de tiempo que Dios tardó en responder a ella para siempre y en toda circunstancia. Y entonces desapareció y dejó de experimentarse como algo que estaba ahí.

13. Cada día, y cada minuto de cada día, y en cada instante de cada minuto, no haces sino revivir ese instante en el que la hora del terror ocupó el lugar del amor. Y así mueres cada día para vivir otra vez, hasta que cruces la brecha entre el pasado y el presente, la cual en realidad no existe. Esto es lo que es toda vida: un aparente intervalo entre nacimiento y muerte y de nuevo a la vida; la repetición de un instante que hace mucho que desapareció y que no puede ser revivido. Y el tiempo no es otra cosa que la creencia demente de que lo que ya pasó todavía está aquí y ahora.

14. Perdona el pasado y olvídate de él, pues ya pasó. Ya no te encuentras en el espacio que hay entre los dos Has seguido adelante y has llegado hasta el mundo que yace ante las puertas del Cielo. Nada se opone a la Voluntad de Dios ni hay necesidad de que repitas una jornada que hace mucho que concluyó. Mira a tu hermano dulcemente, y contempla el mundo donde la percepción de tu odio ha sido transformada en un mundo de amor.

Búsqueda por términos o palabras, ejemplo: lección 137

¡Un Curso de Milagros!

    Se publica una lección por día. Cada lección (botón rojo) consta siempre de un ejercicio y usualmente de una lectura. Se agrupan todas las lecciones (botón azul) en orden consecutivo según día de la semana.

        Página Web

        Evoluciona con tu presencia. Conecta con tu gente.

        Conoce más

        Presencia en línea

        Todos los derechos reservados.

        Producción web por iSocial50