¡Un Curso de Milagros!

(abreviado como ucdm)

Lucrecia Gamboa

Audio – Psicoterapia

3.I. La selección de pacientes

Colaboran

Colabora

Dalcy Solís

Colabora

Sindy Pessoa

Colabora

Hazel Solís

Colabora

Mike Maher

Transcripción Audio

Un Curso de Milagros
UCDM – Psicoterapia – 3. La Práctica

I. La selección de pacientes

3. La Práctica de la Psicoterapia

La selección de pacientes

1. Todo aquel que se te envía es tu paciente. Esto no significa que seas tú quien lo selecciona o el que decide el tipo de tratamiento adecuado. Pero sí significa que nadie viene a ti por error. No hay errores en el plan de Dios. Sería un error, no obstante, presumir que sabes lo que debe ofrecérsele a todo aquel que acude a ti. No es a ti a quien corresponde tomar esa decisión. Tienes la tendencia a creer que continuamente se te está pidiendo algún sacrificio en beneficio de aquellos que vienen a ti. De ninguna manera podría ser esto cierto. Exigir que te sacrifiques es exigirle un sacrificio a Dios, y Él no sabe nada de sacrificios. ¿Quién podría pedirle a lo Perfecto que sea imperfecto?

2. ¿Quién decide, entonces, lo que cada hermano necesita? Obviamente no tú, que aún no reconoces quién es aquel que pide. Si escuchas, hay Algo en él que te lo dirá. Y ésa es la respuesta: escuchar. No hagas exigencias, no decidas nada ni hagas ningún sacrificio. Sólo escucha. Lo que oyes es cierto. ¿Te enviaría Dios Su Hijo si no estuviera seguro de que reconocerías sus necesidades? Piensa en lo que Dios te está diciendo: Él necesita tu voz para que hable por Él. ¿Podría haber algo más santo? ¿O un mayor regalo para ti? ¿Preferirías decidir quién es dios o más bien escuchar la Voz de Aquel que es Dios en ti?

3. Tus pacientes no necesitan estar físicamente presentes para que les sirvas en Nombre de Dios. Esto puede ser difícil de recordar, pero Dios no va a dejar que los regalos que te ha dado se limiten a los pocos que en efecto También puedes ver otros, pues la visión no se limita a los ojos del cuerpo. Hay quienes no necesitan tu presencia física. Pero te necesitan tanto o incluso más en el instante en que te son enviados. Los reconocerás en la forma que sea más útil para ellos y para ti. No importa cómo lleguen. Serán enviados en la manera que resulte más beneficiosa: un nombre, un pensamiento, una imagen, una idea o tal vez simplemente una sensación de que te conectas con alguien en alguna parte. La unión está en manos del Espíritu Santo. No puede dejar de darse.

4. Un terapeuta santo, un maestro de Dios avanzado, jamás olvida una cosa: no fue él quien elaboró el programa de estudios de la salvación ni el que estableció su papel dentro del mismo. Se da cuenta de que su parte es necesaria para el todo y que a través de ella reconocerá el todo cuando la haya cumplido. Entre tanto, debe aprender, y sus pacientes son el medio que se le ha provisto para ello. ¿Qué otra cosa sino gratitud podría sentir por ellos y hacia ellos? Traen a Dios consigo. ¿Rechazaría este regalo por una minucia o le cerraría la puerta al Salvador del mundo para dejar entrar un fantasma? Que no traicione al Hijo de Dios. Aquel que lo llama está más allá de su comprensión. Mas ¿cómo no se iba a alegrar de poder responder cuando sólo así puede oír la llamada y entender que es la suya propia?

Búsqueda por términos o palabras, ejemplo: lección 137

¡Un Curso de Milagros!

    Se publica una lección por día. Cada lección (botón rojo) consta siempre de un ejercicio y usualmente de una lectura. Se agrupan todas las lecciones (botón azul) en orden consecutivo según día de la semana.

        Página Web

        Evoluciona con tu presencia. Conecta con tu gente.

        Conoce más

        Presencia en línea

        Todos los derechos reservados.

        Producción web por iSocial50