(abreviado como ucdm)
Lucrecia Gamboa
Dalcy Solís
Sindy Pessoa
Hazel Solís
Mike Maher
Un Curso de Milagros
UCDM – Prefacio
¿Cómo se originó?
Este prefacio se escribió en 1977 como respuesta a las muchas solicitudes recibidas para qué se incluyera una introducción a «Un Curso de Milagros». Las primeras dos partes de este Prefacio – ¿Cómo se originó? y ¿Qué es? – las escribió la misma Helen Schucman; la última parte fue escrita mediante el proceso de dictado interno descrito más adelante.
¿Cómo se originó?
«Un Curso de Milagros» dio comienzo con la súbita decisión de dos personas de colaborar en el logro de un objetivo común. Esas dos personas fueron Helen Schucman y William Thetford, catedráticos de psicología médica de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. No es realmente importante quiénes fueron esas personas, excepto que lo ocurrido muestra que con Dios todo es posible. A ambos se les podía haber calificado de todo menos de personas espirituales. La relación entre ellos era difícil, a menudo tensa, y a ambos les preocupaba en gran medida su reputación y aceptación tanto a nivel personal como profesional. Sus vidas, que en su mayor parte estaban regidas por valores mundanos, apenas coincidían con lo que el curso postula. He aquí como Helen, la persona que recibió el material se describe a sí misma:
Psicóloga, educadora, intelectualmente conservadora y de ideología atea, estaba trabajando en una institución académica de gran prestigio, cuando de repente ocurrió algo que precipitó una cadena de acontecimientos que yo jamás habría podido predecir. El jefe de mi departamento anunció inesperadamente que estaba cansado de los sentimientos de ira y agresividad que nuestras actitudes reflejaban y concluyó diciendo: «tiene que haber otro camino». Como si hubiera estado esperando esa señal, accedí a ayudarle a encontrarlo. Al parecer este curso es ese otro camino.
Aunque su propósito era firme, tuvieron gran dificultad en comenzar su empresa común. Pero le habían ofrecido al Espíritu Santo la «pequeña dosis de buena voluntad» que, como el propio curso habría de subrayar una y otra vez, es suficiente para permitirle al Espíritu Santo utilizar cualquier situación para sus propósitos e infundirle su poder.
Continuando con el relato de Helen:
Tres sorprendentes meses precedieron al inicio de la redacción en sí, durante los cuales Bill me sugirió que anotara los sueños de elevado simbolismo que estaba teniendo, así como las extrañas imágenes que me asediaban. Aunque para entonces ya me había acostumbrado un tanto a lo inesperado, aún así me llevé una gran sorpresa cuando me voy escribiendo: «Este es un curso de milagros». Ese fue mi primer contacto con la Voz. Era una voz que no emitía ningún sonido, pero que me presentaba una especie de dictado rápido interno que yo anotaba en un cuaderno de taquigrafía. La redacción no fue nunca automática. Podía interrumpirla en cualquier momento y después reanudarla. En muchas ocasiones me hizo sentir muy incómoda, pero nunca pensé seriamente en suspenderla. Parecía ser una misión especial que de alguna manera, en algún lugar, yo había acordado llevar a cabo. Terminó convirtiéndose en una verdadera empresa de colaboración entre Bill y yo, y estoy segura de que gran parte de su importancia estriba en ese hecho. Yo anotaba lo que la Voz «decía», y al día siguiente se lo leía a Bill y él lo pasaba a máquina. Supongo que él también tiene una misión especial, pues sin su aliento y apoyo yo nunca hubiese podido llevar a cabo la mía. En total, el proceso duró alrededor de siete años. Primero llegó el «Texto», luego el «Libro de Ejercicios» y finalmente el «Manual para el Maestro». Al material recibido sólo se le han hecho unos ligeros cambios sin importancia. Al texto se le añadieron los títulos de los capítulos y los subtítulos, y se omitieron de él algunas de las referencias de carácter personal recibidas al principio. Por lo demás, el material no ha sido alterado en absoluto.
Los nombres de las personas que colaboraron en la transcripción del curso no se mencionan en la portada de los libros porque el curso puede, y debe, descansar sobre sus propios méritos. Su objetivo no es sentar las bases para iniciar un culto más. Su único propósito es ofrecer un camino para que algunas personas puedan encontrar su propio Maestro Interno.
Búsqueda por términos o palabras. Ejemplo: lección 137