¡Un Curso de Milagros!

(abreviado como ucdm)

Lucrecia Gamboa

Audio – Manual para el Maestro

6. ¿Tiene siempre lugar la Curación?

Colaboran

Colabora

Dalcy Solís

Colabora

Sindy Pessoa

Colabora

Hazel Solís

Colabora

Mike Maher

Transcripción Audio

Un Curso de Milagros
UCDM – Manual para el Maestro

6. ¿Tiene siempre lugar la Curación?

¿Tiene siempre lugar la Curación?

1. Sí, la curación siempre tiene lugar. Es imposible llevar las ilusiones ante la verdad y al mismo tiempo conservarlas. La verdad demuestra que las ilusiones no tienen ningún valor. El maestro de Dios ha visto la corrección de sus propios errores en la mente del paciente, al reconocerla como lo que es. Al haber aceptado la Expiación para sí mismo, también la ha aceptado para el paciente. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el paciente usa la enfermedad como una forma de vida, creyendo que la curación es el camino a la muerte? En estos casos, una curación repentina podría ocasionar una aguda depresión y una sensación de pérdida tan profunda, que el paciente podría incluso tratar de destruirse a sí mismo. Al no tener nada por lo que vivir, podría incluso pedir la muerte. Por su propio bien, pues, la curación debe esperar.

2. La curación se hará a un lado siempre que pueda percibirse como una amenaza. En el instante en que se le da la bienvenida, ahí está. Allí donde se haya ofrecido una curación, ésta se recibirá. ¿Y qué es el tiempo ante los regalos de Dios? Nos hemos referido en muchas ocasiones en el texto a los tesoros que se ofrecen equitativamente, tanto para el que da los dones de Dios como para el que los recibe. Ni uno solo se pierde, pues sólo pueden multiplicarse. Ningún maestro de Dios debe sentirse decepcionado si, habiendo ofrecido una curación, pareciera que ésta no se ha recibido. No es su función juzgar cuándo se debe aceptar su regalo. Que tenga por seguro que ha sido recibido y que no ponga en duda que será aceptado cuando se reconozca que es una bendición y no una maldición.

3. La función de los maestros de Dios no es evaluar el resultado de sus regalos. Su función es simplemente darlos. Una vez que los han dado, han dado también el resultado, ya que éste es parte del regalo. Nadie puede dar si está preocupado por los resultados de lo que da. Eso sería poner un límite en el acto de dar en sí, y en ese caso, ni el que da ni el que recibe dispondría del regalo. La confianza es parte esencial del acto de dar; de hecho, es la parte que hace posible el compartir; la parte que garantiza que el dador no ha de perder sino que únicamente ganará. ¿Qué sentido tiene que alguien dé un regalo si luego se queda con él para asegurarse de que se use como mejor le parezca a él? Eso no es dar sino subyugar.

4. Haber abandonado toda preocupación por el regalo es lo que hace que sea verdaderamente dado. Y lo que hace posible dar de verdad es la confianza. La curación es el cambio de mentalidad que el Espíritu Santo procura que tenga lugar en la mente del paciente. Y es el Espíritu Santo en la mente del donante Quien le da el regalo a aquél. ¿Cómo podría perderse? ¿Cómo podría ser ineficaz? ¿Cómo podría desperdiciarse? Las arcas de Dios jamás se vacían. Y si les faltara un solo regalo no estarían llenas. Sin embargo, Dios garantiza que las arcas estén siempre rebosantes. ¿Por qué, entonces, habría de preocuparse un maestro de Dios por lo que sucede con sus regalos? Al ser Dios Quien se los da a Sí Mismo, ¿quién iba a dejar de recibirlo todo en este santo intercambio?

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Se publicará una lección por día. Los audios se agruparán en orden consecutivo según día.

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