(abreviado como ucdm)
Lucrecia Gamboa
Dalcy Solís
Sindy Pessoa
Hazel Solís
Mike Maher
Un Curso de Milagros
UCDM – Repaso 3 – Lección 131
Lección 131
Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.
1. El fracaso te acechará mientras persigas metas inalcanzables. Buscas lo permanente en lo pasajero, el amor donde no lo hay, la seguridad en medio del peligro y la inmortalidad en las tinieblas del sueño de muerte. ¿Quién puede triunfar cuando la contradicción es el marco de su búsqueda, así como el lugar adonde va en busca de estabilidad?
2. Las metas que no tienen sentido no se logran. No hay manera de alcanzarlas, pues los medios que empleas para ello están tan desprovistos de sentido como ellas mismas. ¿Quién puede esperar alcanzar algo valiéndose de medios tan desatinados? ¿Adónde podrían conducirte? ¿Y qué pueden lograr que ofrezca alguna esperanza de ser real? Ir en pos de lo imaginario conduce a la muerte porque es la búsqueda de lo que no es nada, y mientras buscas la vida estás clamando por la muerte. Quieres estar a salvo y tener seguridad, mientras que en tu corazón clamas por peligro así como por protección para el mísero sueño que urdiste.
3. No obstante, la búsqueda es inevitable aquí. Para eso viniste, y es indudable que harás lo que viniste a hacer. Pero el mundo no puede determinar la meta que debes perseguir a menos que tú le otorgues ese poder. Pero si no se lo otorgas, aún eres libre de elegir una meta que se encuentra más allá del mundo y de todo pensamiento mundano, que procede de una idea que rechazaste, pero que aún recuerdas; una idea ancestral, pero a la vez nueva; un eco de un patrimonio olvidado, pero que encierra todo lo que realmente anhelas.
4. Alégrate de que tengas que buscar. Alégrate también de aprender que lo que andas buscando es el Cielo y de que no puedes sino alcanzar la meta que realmente deseas. Nadie puede dejar de querer esta meta, ni nadie puede, en última instancia, dejar de alcanzarla. El Hijo de Dios no puede buscar en vano, a pesar de que trata de demorarse, de engañarse a sí mismo y de pensar que lo que busca es el infierno. Cuando se equivoca, encuentra corrección. Cuando se extravía, se le conduce de nuevo a la tarea que le fue asignada.
5. Nadie puede permanecer en el infierno, pues nadie puede abandonar a su Creador ni alterar en modo alguno Su perfecto, intemporal e inmutable Amor. Hallarás el Cielo. Cualquier otra cosa que busques que no sea esto se desvanecerá. Mas no porque se te vaya a quitar, sino porque realmente no la deseas. Alcanzarás la meta que realmente anhelas, y esto es tan seguro como que Dios te creó libre de pecado.
6. ¿Por qué esperar al Cielo? Se encuentra aquí hoy. El tiempo es la gran ilusión de que el Cielo se encuentra en el pasado o en el futuro. Mas esto no puede ser cierto si el Cielo es el lugar donde Dios dispone que Su Hijo esté. ¿Cómo iba a ser que la Voluntad de Dios estuviese en el pasado o aún por cumplirse? Lo que Él dispone está aquí ahora mismo, sin pasado y completamente sin futuro, y tan alejado del tiempo como lo está una pequeña vela de una estrella distante o lo que elegiste de lo que realmente deseas.
7. El Cielo sigue siendo la única alternativa a este extraño mundo que construiste y a todas sus idiosincrasias; a sus patrones cambiantes y metas inciertas; a sus dolorosos placeres y trágicas alegrías. Dios no creó contradicciones. Lo que niega su propia existencia y se ataca a sí mismo no es parte de Él. Dios no creó dos mentes, de las que el Cielo es el grato efecto de una, y la tierra, lo opuesto al Cielo desde cualquier punto de vista, el lamentable resultado de la otra.
8. Dios no está en conflicto ni Su Creación está escindida en dos. ¿Cómo iba a ser posible que Su Hijo estuviese en el infierno cuando Dios Mismo lo ubicó en el Cielo? ¿Cómo podría él perder lo que la Voluntad Eterna le dio para que fuera su morada para siempre? No sigamos tratando de imponer una voluntad ajena al único propósito de Dios. Él está aquí porque ésa es Su Voluntad, y lo que Su Voluntad dispone se encuentra aquí ahora, más allá del alcance del tiempo.
9. Hoy no elegiremos una paradoja en lugar de la verdad. ¿Cómo puede el Hijo de Dios concebir el tiempo para que anule la Voluntad de Dios? Al hacer eso, niega lo que él mismo es y contradice lo que no tiene opuestos. Cree haber hecho un infierno en contraposición al Cielo y morar en un lugar que no existe, mientras que el Cielo es el lugar que no puede encontrar.
10. Deja hoy atrás esos pensamientos tan absurdos y abre tu mente a ideas verdaderas. Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar, y es la verdad lo que hoy nos proponemos encontrar. Dedicaremos diez minutos a este objetivo en tres ocasiones hoy y pediremos que se nos conceda poder ver el despuntar del mundo real para reemplazar las imágenes descabelladas que en tanta estima tenemos por ideas verdaderas que ocupen el lugar de los pensamientos que no tienen significado, efectos, fundamento o sustancia basados en la verdad.
11. Esto es lo que reconocemos al iniciar nuestras sesiones de práctica. Comienza con lo siguiente:
Pido que se me conceda ver un mundo diferente y tener pensamientos distintos de aquellos que inventé. El mundo que busco no lo construí yo solo, y los pensamientos que quiero tener no son los míos.
Durante varios minutos observa tu mente y contempla, aunque tus ojos estén cerrados, el mundo insensato que crees que es real. Revisa asimismo los pensamientos que son compatibles con ese mundo y que tú crees que son verdad. Luego descártalos y sumérgete por debajo de ellos hasta llegar al santo lugar donde no pueden infiltrarse. Debajo de ellos hay una puerta en tu mente, que no pudiste cerrar completamente cuando quisiste ocultar lo que se encuentra más allá.
12. Busca esa puerta hasta que la encuentres. Pero antes de tratar de abrirla recuerda que nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar. Y es esto lo que estás pidiendo que se te conceda hoy. Nada excepto esto tiene ahora significado; ahora no valoras ni persigues ninguna otra meta, no hay nada que se encuentre a este lado de la puerta que realmente desees y sólo andas en pos de lo que se encuentra detrás de ella.
13. Extiende la mano y comprueba con cuánta facilidad se abre la puerta sólo con tu intención de cruzarla. Allí ángeles alumbran el camino disipando toda obscuridad, y tú te yergues en una luz tan brillante y tan diáfana que puedes comprender todo lo que allí ves. Tal vez un breve momento de sorpresa haga que te detengas antes de que te des cuenta de que el mundo que ves ante ti, en la luz, refleja la verdad que siempre has conocido y de la que no te habías olvidado totalmente mientras vagabas en sueños.
14. Hoy no puedes fracasar. A tu lado camina el Espíritu que el Cielo te envió para que algún día pudieras aproximarte a esa puerta y, con Su ayuda, deslizarte fácilmente más allá de ella hasta llegar a la luz. Hoy ese día ha llegado. Hoy Dios cumple la promesa que antaño le hiciera a Su santo Hijo, y Su Hijo recuerda la que le hizo a Él. Éste es un día de regocijo, pues hemos llegado al lugar y momento señalados en los que encontrarás el objetivo de toda tu búsqueda aquí y de toda la búsqueda del mundo, las cuales finalizan al unísono cuando cruzas el umbral de esa puerta.
15. Recuerda tan a menudo como puedas que hoy debe ser un día de especial regocijo, y abstente de abrigar pensamientos desalentadores y quejas banales. La hora de la salvación ha llegado. Hoy es el día señalado por el mismo Cielo como un tiempo de gracia para ti y para el mundo. Si te olvidas de este feliz hecho tráelo nuevamente a tu conciencia repitiendo lo siguiente:
Hoy busco y encuentro todo lo que deseo.
Mi único propósito me lo brinda.
Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.
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Se publicará una lección por día. Los audios se agruparán en orden consecutivo según día.