¡Un Curso de Milagros!

(abreviado como ucdm)

Lucrecia Gamboa

Audio – Repaso 3 – Lección 130

UCDM – Repaso 3 – Lección 130

Colaboran

Colabora

Dalcy Solís

Colabora

Sindy Pessoa

Colabora

Hazel Solís

Colabora

Mike Maher

Transcripción Audio

Un Curso de Milagros
UCDM – Repaso 3 – Lección 130

Lección 130

Es imposible ver dos mundos.

1. La percepción es congruente. Lo que ves refleja lo que piensas. Y lo que piensas no refleja otra cosa que tu decisión de ver lo que quieres ver. Tus valores son los que lo determinan, pues no puedes sino querer ver lo que valoras, al creer que lo que ves está realmente ahí. Nadie puede ver un mundo al que su mente no le haya conferido valor. Y nadie puede dejar de ver lo que cree desear.

2. Sin embargo, ¿quién puede odiar y al mismo tiempo amar? ¿Quién puede anhelar aquello que no desea que sea real? ¿Quién elegiría ver un mundo del que tiene miedo? El miedo no puede por menos que cegar, pues ésta es su arma: no puedes ver aquello que temes ver. El amor y la percepción, por lo tanto, van de la mano, pero el miedo oculta en las tinieblas lo que se encuentra ahí.

3. ¿Qué puede, entonces, proyectar el miedo sobre el mundo? ¿Qué puede verse en las tinieblas que sea real? La verdad se ve eclipsada por el miedo, y el resto es todo imaginado. Mas ¿qué puede ser real en las ciegas imaginaciones nacidas del pánico? ¿Qué es lo que quieres para que sea esto lo que se te muestra? ¿Qué ibas a querer conservar de un sueño así?

4. El miedo ha dado lugar a todo lo que crees ver: a toda separación, a todas las distinciones y a la multitud de diferencias que crees que configuran el mundo. Nada de esto está realmente ahí. El enemigo del amor las inventó. No obstante, el amor no puede tener enemigos, de modo que no tienen fundamento, existencia o consecuencia alguna. Se les puede atribuir valor, pero siguen siendo irreales. Se puede ir en pos de ellas, mas no se pueden hallar. Hoy no iremos en su busca ni desperdiciaremos el día buscando lo que no se puede hallar.

5. Es imposible ver simultáneamente dos mundos que no tienen nada en común. Si vas en pos de uno, el otro desaparece. Sólo uno de ellos puede permanecer. Ambos constituyen la gama de alternativas que tienes ante ti, más allá de la cual no hay nada que puedas elegir. Lo real y lo irreal son las únicas alternativas entre las que puedes elegir. No hay ninguna otra.

6. Hoy intentaremos no transigir allí dónde es imposible hacerlo. El mundo que ves es la prueba de que ya has elegido algo que es tan completamente abarcador como lo es su opuesto. Hoy queremos aprender algo más que la simple lección de que no puedes ver dos mundos al mismo tiempo. Esta lección te enseña también que el mundo que ves es completamente coherente con el punto de vista desde el que lo contemplas. Es un solo bloque porque proviene de una única emoción y su origen se ve reflejado en todo lo que ves.

7. En seis ocasiones hoy, llenos de gratitud y agradecimiento, dedicaremos gustosamente cinco minutos al pensamiento que pone fin a toda transigencia y a toda duda, y las trasciende a todas por igual como si de una sola se tratase. No haremos miles de distinciones sin sentido, ni intentaremos conservar una pequeña porción de la irrealidad cuando consagremos nuestras mentes a hallar sólo lo que es real.

8. Comienza tu búsqueda del otro mundo pidiendo que se te conceda una fuerza superior a la tuya y reconociendo qué es lo que persigues. No deseas más ilusiones. Y te preparas para esos cinco minutos vaciando tus manos de todos los vanos tesoros de este mundo. Esperas la ayuda de Dios, según dices:

Es imposible ver dos mundos. Que acepte la fortaleza que Dios me ofrece y no vea valor alguno en este mundo, para así poder hallar mi libertad y salvación.

9. Dios estará allí, pues habrás invocado el formidable e infalible poder que, lleno de gratitud, dará este gigantesco paso contigo. No dejarás de advertir Su agradecimiento expresado en una percepción tangible y verdadera. No dudarás de lo que contemples, pues aunque se trate de una percepción, no se trata de una que tus ojos por sí solos hayan visto jamás. Y sabrás que la Fortaleza de Dios te respaldaba cuando tomaste esta decisión.

10. Rechaza hoy fácilmente cualquier tentación que se presente recordando simplemente los límites de tus alternativas. Pues lo que ves, y lo único que ves, es lo irreal o lo real, lo falso o lo verdadero. La percepción es congruente con tu elección, y según elijas, experimentarás el Cielo o el infierno.

11. Acepta una pequeña parte del infierno como real y habrás condenado tus ojos y maldecido tu vista, y lo que contemples será ciertamente el infierno. No obstante, la liberación que te ofrece el Cielo sigue estando a tu alcance como una de las alternativas que puedes elegir para que ocupe el lugar de todo lo que el infierno quiere mostrarte. Lo único que necesitas decirle a cualquier parte del infierno, sea cual sea la forma que adopte, es esto:

Es imposible ver dos mundos. Lo único que busco es mi libertad y mi salvación, y esto no forma parte de lo que quiero.

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¡Un Curso de Milagros!

Se publicará una lección por día. Los audios se agruparán en orden consecutivo según día.

 

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