¡Un Curso de Milagros!

(abreviado como ucdm)

Lucrecia Gamboa

Audio – El Canto de la Oración

3.II. La falsa curación en contraposición a la verdadera

Colaboran

Colabora

Dalcy Solís

Colabora

Sindy Pessoa

Colabora

Hazel Solís

Colabora

Mike Maher

Transcripción Audio

Un Curso de Milagros
UCDM – El Canto de la Oración – 3. La Curación

II. La falsa curación en contraposición a la verdadera

3. LA CURACIÓN

La falsa curación en contraposición a la verdadera

1. La falsa curación no es más que un mísero intercambio de una ilusión por otra “más agradable”; un sueño de enfermedad por uno de salud. Esto puede ocurrir en los primeros niveles de la oración, en combinación con un perdón bienintencionado, pero aún no comprendido del todo. Sólo la falsa curación puede dar lugar al miedo, y así la enfermedad es libre para arremeter de nuevo. La falsa curación puede, en efecto, eliminar ciertas formas de dolor y enfermedad. Pero la causa sigue ahí, y no cesará de producir efectos. La causa sigue siendo el deseo de morir y de vencer a Cristo. Y con este deseo la muerte es segura, pues a la oración se le da respuesta. No obstante, hay una clase de aparente muerte que tiene otra fuente. No es el resultado de pensamientos hirientes ni de una furia desenfrenada contra el universo. Significa simplemente que la utilidad del funcionamiento del cuerpo ha concluido, de manera que se elige abandonarlo, en forma similar a como uno se desprende de una vestimenta raída.

2. Esto es lo que debiera ser la muerte: una elección tranquila, que se lleva a cabo felizmente y con una sensación de paz, pues el cuerpo se ha usado con bondad para ayudar al Hijo de Dios en el camino que lo lleva a Dios. Le damos gracias al cuerpo por el servicio que nos ha prestado. Pero nos sentimos agradecidos también de que ya no haya necesidad de seguir transitando por el mundo de las limitaciones ni de alcanzar al Cristo en formas borrosas y, a lo sumo, poder verlo claramente en amorosos destellos. Ahora podemos contemplarle sin velos, en la luz que hemos aprendido a ver de nuevo.

3. Llamamos a eso muerte, pero es libertad. No se presenta en formas que parecen imponérsele con dolor a una carne renuente, sino como una dulce bienvenida a la liberación. Si ha habido una verdadera curación, ésa puede ser la forma en que la muerte llegue cuando sea el momento de descansar por un rato de una labor gustosamente realizada y gustosamente concluida. Ahora nos dirigimos en paz a una atmósfera más despejada y climas más suaves, donde no es difícil ver que los regalos que dimos nos fueron salvaguardados. Cristo nos resulta más claro ahora; Su visión es más sostenida en nosotros, y Su Voz, la Palabra de Dios, más claramente la nuestra.

4. Este sereno pasar a un nivel de oración más elevado y a un tierno perdón de las cosas del mundo sólo puede recibirse con agradecimiento. Pero primero la verdadera curación tiene que haber bendecido a la mente con amoroso perdón por los pecados con los que ésta soñó y descargó sobre el mundo. Ahora sus sueños se desvanecen en un tranquilo descanso. Ahora su perdón viene a sanar el mundo y está lista para partir en paz, pues la jornada ha llegado a su fin y las lecciones se han aprendido.

5. Eso no es muerte de acuerdo con el pensar del mundo, pues la muerte es cruel ante sus atemorizados ojos y se presenta en forma de castigo por los pecados. ¿Cómo podría entonces ser una bendición? ¿Y cómo puede dársele la bienvenida cuando se le debe temer? ¿Qué curación ha tenido lugar en semejante visión de lo que no es sino la apertura del portal a un nivel de oración más elevado y a la dispensación de una amorosa justicia? La muerte es una recompensa, no un castigo. Pero este punto de vista sólo puede proceder de una curación que el mundo no puede concebir. No hay tal cosa como una curación parcial. Lo que sólo intercambia ilusiones no ha hecho nada. Lo que es falso no puede ser parcialmente cierto. Si has sanado, tu curación es El perdón es el único regalo que puedes dar y el único que puedes recibir.

6. La falsa curación se basa en la sanación del cuerpo, pero deja la causa de la enfermedad intacta, lista para arremeter de nuevo hasta que, en aparente victoria, provoca una muerte cruel. Se puede mantener a raya por algún tiempo, y puede haber un breve respiro mientras aguarda para descargar su venganza contra el Hijo de Mas no se puede superar hasta que toda la fe que se había depositado en ella se deje a un lado y se ponga en cambio en el substituto que Dios ha provisto para los sueños malvados: un mundo en el que no hay un velo de pecado que lo mantenga en las tinieblas y desconsolado. Por fin las puertas del Cielo se abren de par en par y el Hijo de Dios es libre para entrar al hogar que está listo para darle la bienvenida, y que fue preparado antes de que el tiempo fuese y aún continúa esperando por él.

Búsqueda por términos o palabras, ejemplo: lección 137

¡Un Curso de Milagros!

    Se publica una lección por día. Cada lección (botón rojo) consta siempre de un ejercicio y usualmente de una lectura. Se agrupan todas las lecciones (botón azul) en orden consecutivo según día de la semana.

        Página Web

        Evoluciona con tu presencia. Conecta con tu gente.

        Conoce más

        Presencia en línea

        Todos los derechos reservados.

        Producción web por iSocial50