(abreviado como ucdm)
Lucrecia Gamboa
Dalcy Solís
Sindy Pessoa
Hazel Solís
Mike Maher
Un Curso de Milagros
UCDM – El Canto de la Oración – 1. La Oración
IV. Orar con otros
1. LA ORACIÓN
Orar con otros
1. Hasta que no comience al menos el segundo nivel, uno no puede unirse a otros en oración. Pues hasta ese punto, cada cual no puede sino pedir cosas diferentes. Mas una vez que se ha cuestionado la necesidad de considerar a otro como un enemigo -y la razón para hacerlo se ha reconocido aunque sea por un instante resulta entonces posible unirse a otros en oración. Los enemigos no comparten una misma meta. En esto se basa su enemistad. Sus deseos particulares son sus arsenales; sus fortalezas de odio. La clave para alcanzar un nivel aún más alto de oración radica en este sencillo pensamiento, en este cambio de mentalidad:
Tú y yo caminamos juntos.
2. Ahora es posible ser de ayuda en la oración y así tú mismo subir un peldaño más. Con este paso se inicia un ascenso más rápido, pero todavía quedan muchas lecciones por aprender. El camino está libre y despejado, y hay motivos para sentirse esperanzado. Aun así, es posible que al comienzo hasta lo que piden aquellos que se unen en oración no sea la meta a la que la oración debiera realmente aspirar. lncluso pueden pedir cosas juntos, y así dar lugar a la ilusión de que comparten una misma meta. Pueden pedir juntos cosas específicas, sin darse cuenta de que están pidiendo efectos sin causa. Y esto no se les puede dar. Pues nadie puede recibir sólo efectos, al implorarle a una causa de la que no provienen que se los dé.
3. De modo que incluso unirse a otros no es suficiente, si los que oran juntos no preguntan, ante todo, cuál es la Voluntad de Dios. Sólo de esta Causa puede proceder la respuesta en la que todo lo específico se satisface y todos los deseos particulares se unifican. Orar por cosas específicas es pedir que de alguna manera el pasado se repita. Lo que antes se disfrutó, o pareció disfrutarse, y lo que era de otro y él parecía amar, no son sino ilusiones del pasado. El propósito de la oración es liberar el presente de su encadenamiento a las ilusiones del pasado, y que la dejes ser un remedio que se elige libremente para corregir cada elección errónea que se haya Lo que la oración puede ofrecer ahora excede en tal medida todo cuanto antes pedías que sería una pena que te contentases con menos.
4. Cada vez que oras estás eligiendo tener una nueva oportunidad. ¿La sofocarías y la encarcelarías en viejas prisiones ahora que ha llegado la oportunidad de liberarte de todas ellas a la vez? No restrinjas tu pedir. La oración puede traer la paz de Dios. ¿Qué cosa ligada al tiempo podría darte más durante el breve lapso que perdura antes de convertirse en polvo?
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