Texto – 11.VI. El despertar a la redención
Yo soy tu resurrección y tu vida. Vives en mí porque vives en Dios. Y todos tus hermanos viven en ti, tal como tú vives en cada uno de ellos. ¿Cómo ibas a poder, entonces, percibir indignidad en un hermano sin percibirla en ti mismo? ¿Y cómo ibas a poder percibirla en ti mismo sin percibirla en Dios?