Texto – 13.I. Inocencia e invulnerabilidad
Dije anteriormente que el Espíritu Santo comparte el objetivo de todos los buenos maestros, cuya meta final es hacerse innecesarios al enseñarles a sus alumnos todo lo que ellos saben. Eso es lo único que el Espíritu Santo desea, pues dado que comparte el Amor del Padre por Su Hijo, intenta eliminar de la mente de éste toda traza de culpa para que pueda así recordar a su Padre en paz.