Texto – 2.IV. La curación como la liberación del miedo
Vamos a hacer ahora hincapié en la curación. El milagro es el medio, la Expiación el principio y la curación el resultado.
Vamos a hacer ahora hincapié en la curación. El milagro es el medio, la Expiación el principio y la curación el resultado.
Perfectamente consciente de la defensa apropiada, la visión espiritual pasa por alto todas las demás y mira más allá del error hacia la verdad. Debido a la fuerza de su visión, pone a la mente a su servicio.
Si tienes miedo es que estás equivocado con respecto a lo que es valioso. Tu entendimiento inevitablemente evaluará erróneamente y, al otorgar el mismo poder a todos los pensamientos, inevitablemente destruirás la paz.
La capacidad de extenderse es un aspecto fundamental de Dios que Él le dio a Su Hijo. En la Creación, Dios se extendió a Sí Mismo a Sus Creaciones y les infundió la misma amorosa Voluntad de crear que Él posee.
La negación del Ser da lugar a ilusiones, mientras que la corrección del error nos libera del mismo. No te engañes a ti mismo creyendo que puedes relacionarte en paz con Dios o con tus hermanos a través de algo externo.
Nadie aprende a menos que quiera aprender y crea que de alguna manera lo necesita. Si bien en la Creación de Dios no hay carencia, en lo que tú has fabricado es muy evidente.
El milagro es en gran medida como el cuerpo, en el sentido de que ambos son recursos de aprendizaje para facilitar un estado en el que finalmente se hacen innecesarios.
Escapar de la obscuridad comprende dos etapas: Primera, el reconocimiento de que la obscuridad no puede ocultar nada. Este paso generalmente da miedo. Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees ocultar aunque pudieras hacerlo. Este paso te libera del miedo.
A medida que compartas conmigo mi renuencia a aceptar error alguno en ti o en los demás, debes unirte a la gran cruzada para corregirlos.
La revelación produce una suspensión completa, aunque temporal, de la duda y el miedo. Refleja la forma original de comunicación entre Dios y Sus Creaciones, la cual entraña la sensación extremadamente personal de creación que a veces se busca en las relaciones físicas.
No hay grados de dificultad en los milagros. No hay ninguno que sea más “difícil” o más “grande” que otro. Todos son iguales. Todas las expresiones de amor son máximas.