Texto – 8.V. La voluntad indivisa de la Filiación
Solos no podemos hacer nada, pero juntos nuestras mentes se funden en algo cuyo poder es mucho mayor que el poder de sus partes separadas. Puesto que nuestras mentes no están separadas, la Mente de Dios se establece en ellas como nuestra mente. Esta Mente es invencible porque es indivisa.