Texto – 23.I. Las creencias irreconciliables
El recuerdo de Dios aflora en la mente que está serena. No puede hacer acto de presencia allí donde hay conflicto, pues una mente en pugna consigo misma no puede recordar la mansedumbre eterna. Los medios de la guerra no son los medios de la paz, y lo que recuerda el belicoso no es amor.