Manual para el Maestro – 29. En cuanto a lo demás…
Aunque su título es Manual para el maestro, no hay que olvidar que el tiempo es lo único que separa al maestro del alumno, de manera que la diferencia entre ellos es, por definición, temporal.
Aunque su título es Manual para el maestro, no hay que olvidar que el tiempo es lo único que separa al maestro del alumno, de manera que la diferencia entre ellos es, por definición, temporal.
La resurrección, dicho llanamente, es la superación de la muerte o el triunfo sobre ella. Es un redespertar o renacimiento; un cambio de parecer con respecto al significado del mundo.
La muerte es el sueño central de donde emanan todas las ilusiones. ¿No es acaso una locura pensar que la vida no es otra cosa que nacer, envejecer, perder vitalidad y finalmente morir?
Sin duda alguna se puede llegar a Dios directamente, pues no hay ninguna distancia entre Él y Su Hijo. La conciencia de lo que Dios es se encuentra en la memoria de cada uno y Su Palabra está impresa en el corazón de todos.
La respuesta a esta pregunta es muy parecida a la anterior. No existen poderes “antinaturales”, e inventar un poder que no existe es obviamente recurrir a la magia.
Si la reencarnación fuese responsable de algunas de las dificultades a las que el individuo se enfrenta ahora, su única tarea seguiría siendo la de escapar de ellas ahora.
¿Qué significa esto para ti? Significa que al recordar a Jesús estás recordando a Dios. Toda la relación del Hijo con el Padre radica en Jesús. Su papel en la Filiación es también el tuyo, y el hecho de que él completó su aprendizaje garantiza tu éxito.
La curación y la Expiación no están relacionadas: son lo mismo. No hay grados de dificultad en los milagros porque no hay grados de Expiación.
Estrictamente hablando, las palabras no desempeñan ningún papel en el proceso de curación. El factor motivante es la oración o ruego. Recibes lo que pides. Pero esto se refiere a la oración del corazón, no a las palabras que usas al orar.
Se ha dicho que hay una paz que no es de este mundo. ¿Cómo se puede reconocer? ¿Cómo se puede encontrar? Y una vez que se encuentra, ¿cómo se puede conservar?
La justicia es la corrección divina de la injusticia. La injusticia es la base de todos los juicios del mundo. La justicia corrige las interpretaciones a las que la injusticia da lugar y las cancela.
Hasta que el Maestro de Dios no haya dejado de confundir las interpretaciones con los hechos y las ilusiones con la verdad, no podrá tener lugar una corrección de naturaleza duradera…