Libro de Ejercicios – Tema 12 – Lección 336
Que en la quietud el perdón elimine mis sueños de separación y de pecado. Y que pueda entonces, Padre, mirar en mi interior y descubrir que Tu promesa de que en mí no hay pecado es verdad; que Tu Palabra permanece inalterada en mi mente y que Tu Amor reside todavía en mi corazón.