Libro de Ejercicios – Repaso 4 – Lección 146
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios. Nadie que realmente se proponga alcanzar la verdad puede fracasar (131). Libero al mundo de todo lo que alguna vez pensé que era (132).
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios. Nadie que realmente se proponga alcanzar la verdad puede fracasar (131). Libero al mundo de todo lo que alguna vez pensé que era (132).
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios. Más allá de este mundo hay un mundo que deseo (129). Es imposible ver dos mundos (130).
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios. No hay otro amor que el de Dios (127).
El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee (128).
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios. En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios (125). Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy (126).
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios. Gracias, Padre, por los dones que me has concedido (123). Que no me olvide de que soy uno con Dios (124).
Hay un tema central que unifica cada paso del repaso que ahora emprendemos, el cual puede enunciarse de manera muy simple con estas palabras: Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.