Libro de Ejercicios – Repaso 5 – Lección 173
Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino. Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo. Camino con Dios en perfecta santidad. Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino. Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo. Camino con Dios en perfecta santidad. Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
En mi indefensión radica mi seguridad. Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo. Me cuento entre los ministros de Dios. Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios. Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo. Tengo el poder de decidir. Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo.
Mi resurrección se repite cada vez que conduzco a salvo a un hermano hasta donde la jornada termina para ya no recordarse más. Me siento renovado cada vez que un hermano aprende que hay un camino que nos libera de la aflicción y del dolor. Y renazco cada vez que la mente de un hermano se vuelve hacia la luz que mora en él y me busca.
Nadie ataca sin la intención de herir. En esto no hay excepciones. Cuando piensas que atacas en defensa propia estás afirmando que ser cruel te protege; que la crueldad te mantiene a salvo. Estás afirmando tu creencia de que herir a otro te brinda libertad.
La gracia es la aceptación del Amor de Dios en un mundo de aparente odio y miedo. Sólo mediante la gracia pueden éstos desaparecer, pues la gracia da lugar a un estado tan opuesto a todo lo que el mundo ofrece, que aquellos cuyas mentes están iluminadas por el don de la gracia no pueden creer que el mundo del miedo sea real.
Dios nos habla. ¿No deberíamos nosotros acaso hablarle a Él? Dios no es algo distante. No trata de ocultarse de nosotros. Somos nosotros los que tratamos de ocultarnos de Él, y somos víctimas del engaño. Él siempre está enteramente accesible. Ama a Su Hijo.
Lo que parece ser lo opuesto a la vida es meramente un sueño. Cuando la mente elige ser lo que no es y asumir un poder que le es ajeno y que no posee, un estado foráneo al que no puede acceder o una condición falsa que no forma parte de su Fuente, simplemente parece que se va a dormir por un rato.
Uno que marcha a tu lado le ofrece a cada uno de tus temores esta piadosa respuesta: “Eso no es cierto”. Cada vez que el pensamiento de pobreza te oprime, Él te recuerda todos los dones que posees, y cuando te percibes solo y atemorizado, te recuerda que Él siempre está a tu lado.
Contamos con Dios, no con nosotros mismos, para que nos dé certeza. Y en Su Nombre practicamos tal como Su Palabra nos indica que hagamos. Su Certeza se encuentra tras cada una de nuestras dudas. Su Amor, tras cada uno de nuestros temores.
Hoy no vamos a juzgar. Nuestras prácticas de hoy se convierten en un regalo de gratitud por nuestra liberación de la ceguera y de la aflicción. Todo cuanto veamos no hará sino aumentar nuestra dicha porque su santidad refleja la muestra.
Puede que los que veneran la muerte tengan miedo. Sin embargo, ¿pueden ser estos pensamientos realmente temibles? Si se dieran cuenta de que eso es lo que creen, se liberarían de inmediato. Esto es lo que les vas a mostrar hoy. La muerte no existe, y renunciamos a ella en todas sus formas, tanto por la salvación de ellos como por la nuestra. Dios no creó la muerte.