Libro de Ejercicios – Lección 11
Parece como si fuera el mundo el que determina lo que percibes. La idea de hoy introduce el concepto de que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves.
Parece como si fuera el mundo el que determina lo que percibes. La idea de hoy introduce el concepto de que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves.
La creencia de que existen grados de dificultad es la base de la percepción del mundo.
Esta vez la idea se introduce con “Mis pensamientos” en lugar de “Estos pensamientos”, y no se establece expresamente ningún vínculo con las cosas que se encuentran a tu alrededor.
La curación no puede repetirse. Si el paciente se ha curado, ¿qué queda por curar? Y si la curación siempre tiene lugar, como ya hemos dicho, ¿qué es lo que hay que repetir?
Estos ejercicios tienen que ver con la práctica, no con el entendimiento. No necesitas practicar lo que ya entiendes.
Sí, la curación siempre tiene lugar. Es imposible llevar las ilusiones ante la verdad y al mismo tiempo conservarlas. La verdad demuestra que las ilusiones no tienen ningún valor.
El hecho de que la mente esté absorbida por el pasado es la causa del concepto erróneo acerca del tiempo de que adolece tu visión.
La curación se logra en el instante en que el que sufre deja de atribuirle valor al dolor. ¿Quién elegiría sufrir a menos que pensase que ello le va a aportar algo, y algo que tiene valor para él?
Cambiar las viejas ideas que se tienen acerca del tiempo es muy difícil porque todo lo que crees está arraigado en el tiempo y depende de que no aprendas estas nuevas ideas acerca de él.
Los que están seguros del resultado final pueden permitirse el lujo de esperar, y esperar sin ansiedad. Para el maestro de Dios tener paciencia es algo natural.
Recuerda las dos advertencias mencionadas en la lección anterior: No hay disgustos pequeños – Todos perturban mi paz mental por igual.
El júbilo es el resultado inevitable de la mansedumbre. La mansedumbre significa que ahora el miedo es imposible.