Libro de Ejercicios – Lección 29
La idea de hoy explica por qué puedes ver propósito en todo. Explica por qué nada está separado, existe por sí mismo o en sí mismo.
La idea de hoy explica por qué puedes ver propósito en todo. Explica por qué nada está separado, existe por sí mismo o en sí mismo.
Sin duda alguna se puede llegar a Dios directamente, pues no hay ninguna distancia entre Él y Su Hijo. La conciencia de lo que Dios es se encuentra en la memoria de cada uno y Su Palabra está impresa en el corazón de todos.
El que los cumplas o no en el futuro no es algo que nos concierna ahora. Si al menos estás dispuesto a hacerlos ahora, habrás dado el primer paso en el proceso de cumplirlos.
La respuesta a esta pregunta es muy parecida a la anterior. No existen poderes “antinaturales”, e inventar un poder que no existe es obviamente recurrir a la magia.
La idea de hoy expresa algo más fuerte que una simple resolución. Le da prioridad a la visión por encima de todos tus demás deseos.
Si la reencarnación fuese responsable de algunas de las dificultades a las que el individuo se enfrenta ahora, su única tarea seguiría siendo la de escapar de ellas ahora.
Seguramente resulta obvio que si puedes ser atacado es que no eres invulnerable. Ves el ataque como una amenaza real. Esto se debe a que crees que realmente puedes atacar.
¿Qué significa esto para ti? Significa que al recordar a Jesús estás recordando a Dios. Toda la relación del Hijo con el Padre radica en Jesús. Su papel en la Filiación es también el tuyo, y el hecho de que él completó su aprendizaje garantiza tu éxito.
Propósito es significado. La idea de hoy explica por qué nada de lo que ves tiene significado. No sabes para qué es. Por consiguiente, no tiene significado para ti.
La curación y la Expiación no están relacionadas: son lo mismo. No hay grados de dificultad en los milagros porque no hay grados de Expiación.
No te das cuenta en ninguna de las situaciones que se presentan ante ti del desenlace que te haría feliz. No tienes, por lo tanto, una pauta por la que regir debidamente tus acciones ni manera alguna de juzgar sus resultados.
Estrictamente hablando, las palabras no desempeñan ningún papel en el proceso de curación. El factor motivante es la oración o ruego. Recibes lo que pides. Pero esto se refiere a la oración del corazón, no a las palabras que usas al orar.