Texto – 10.III. El dios de la enfermedad
Todas las formas de idolatría son caricaturas de la Creación, y las enseñan mentes enfermizas que están demasiado divididas como para poder saber que la Creación comparte el poder y nunca lo usurpa.
Todas las formas de idolatría son caricaturas de la Creación, y las enseñan mentes enfermizas que están demasiado divididas como para poder saber que la Creación comparte el poder y nunca lo usurpa.
El amor, al igual que la dicha, constituyen mi patrimonio. Éstos son los regalos que mi Padre me dio. Aceptaré todo lo que en verdad me pertenece.
Ofrécele al Espíritu Santo únicamente tu voluntad de estar dispuesto a recordar, pues Él ha conservado para ti el conocimiento de Dios y de ti mismo, y sólo espera a que lo aceptes.
La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad. Lo único que me puede hacer sufrir es la creencia de que hay otra voluntad aparte de la Suya.
Recordarás todo en el instante en que lo desees de todo corazón, pues si desear de todo corazón es crear, tu voluntad habrá dispuesto el fin de la separación, y simultáneamente le habrás devuelto tu mente a tu Creador y a tus creaciones.
Mi función aquí es perdonar al mundo por todos los errores que yo he cometido. Pues así me libero de ellos junto con él.
Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. Tanto el tiempo como la eternidad se encuentran en tu mente, y estarán en conflicto hasta que percibas el tiempo exclusivamente como un medio para recuperar la eternidad.
Soy el Hijo de Dios. No hay cuerpo que pueda contener mi Espíritu o imponerme una limitación que Dios no haya creado.
Desde tu grandeza tan sólo puedes bendecir porque tu grandeza es tu abundancia. Al bendecir la conserva en tu mente, protegiéndola así de las ilusiones y manteniéndote a ti mismo en la Mente de Dios.
Mías son la serenidad y la paz perfecta, pues soy un solo Ser, completamente íntegro, uno con toda la Creación y con Dios.
La Voluntad de Dios es que seas completamente feliz ahora. ¿Cómo podría ser que ésa no fuera también tu voluntad? ¿Y sería posible asimismo que ésa no fuera también la voluntad de tus hermanos?
He de ser eternamente como siempre he sido al haber sido creado por el Inmutable a Su Semejanza. Y soy uno con Él tal como Él es uno conmigo.