Texto – 13. Introducción
Si no te sintieras culpable no podrías atacar, pues la condenación es la raíz del ataque. La condenación es el juicio que una mente hace contra otra de que es indigna de amor y merecedora de castigo. Y en esto radica la división, pues la mente que juzga se percibe a sí misma como separada de la mente a la que juzga, creyendo que, al castigar a otra mente, puede librarse del castigo.